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El Ministerio Fiscal solicitó ayer al juez siete meses de suspensión y 15 días de arresto para el comandante Joaquín Garriga, ex director de Operaciones de la compañía aérea AEBAL, por pilotar el 17 de abril de 2001 entre Madrid y Palma un avión Boeing 717 con 111 personas a bordo sin la provisión suficiente de oxígeno en la cabina.

En el maratoniano juicio de faltas, que duró casi nueve horas, celebrado ayer en el Juzgado de Instrucción número 7 de Palma, la acusación pidió para el piloto 3 años de suspensión y 30 días de arresto, mientras que la defensa, ejercida por el abogado Rafael Perera, solicitó la libre absolución de su cliente.

La acusación particular, ejercida por el SEPLA, insta desde hace años la causa contra Joaquín Garriga por el supuesto delito de imprudencia grave y, tras un auto de archivo dictado por un juez, el sindicato de pilotos logró que la querella se dilucidara como falta. El SEPLA sostiene que, con su decisión de completar el vuelo sin ajustarse a los requerido en las normas básicas de seguridad, en cuanto a la provisión de oxígeno de emergencia en cabina, el comandante Garriga «pudo poner en peligro la vida de las 111 personas que viajaron en él».