El proceso de regularización de inmigrantes motivó un notable aumento en el número de afiliados a la Seguridad Social.

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JOSÉ Mª RODRÍGUEZ/EUROPA PRESS
Las personas inmigrantes que trabajan en Balears cobran una media de un cuarenta por ciento menos que el resto de los trabajadores que realizan las mismas labores, tienen jornadas más largas, no se atienden sus reivindicaciones y sus categorías figuran como las más bajas con independencia de la función que estén realizando, tal y como se recoge en un informe elaborado por Eva Cerdeiriña, secretaria de Política Social i Inmigració de CC OO y responsable del CITE, Centro de Información a Trabajadores Extranjeros.

Precisamente ayer se dieron a conocer los datos de afiliados extranjeros a la Seguridad Social en 2005. En Balears se ha registrado un aumento del 33,5 lo que representa 58.810 extranjeros, gracias al proceso de regularización abierto por el Gobierno central en el primer semestre del año pasado, que ha provocado sobre todo un repunte del 45 por ciento de los cotizantes procedentes de países no pertenecientes a la Unión Europea, según datos difundidos por el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales.

A pesar de este incremento anual, Balears ha perdido más de 23.000 trabajadores extranjeros en los últimos cuatro meses de 2005, después de alcanzar la cifra récord de 81.215 a finales de julio, en plena temporada turística. Este descenso tiene relación directa con el turismo, ya que el sector de la hostelería balear cuenta ahora con más de 16.000 trabajadores extranjeros menos.

En 2005, el Regimen General de la Seguridad Social fue el principal destino de los trabajadores extranjeros, con un aumento del 28,4 por ciento respecto al año anterior, con 37.294 cotizantes, aunque el mayor repunte se produjo en el Régimen del Hogar, con un 75 por ciento de afiliados (9.907 personas).

Del total de afiliados, 39.914 proceden de países que no pertenecen a la UE, sobre todo de Ecuador, Rumania, Colombia, Marruecos y Perú.

Eva Cerdeiriña señaló a este periódico que durante el pasado año y en lo que va de este, se han tramitado un total de 28 denuncias por irrregularidades en la contratación de extranjeros.

El cincuenta por ciento de estas irregularidades tiene como escenario al sector de la construcción y de la hostelería, aunque «ahora mismo despuntan nuevos, como el de las residencias de la tercera edad y el servicio doméstico».

Cerdeiriña apuntó que «si estas personas inmigrantes se encuentran en situación regular, aunque afectadas por alguna irregularidad en sus contratos o condiciones de trabajo, derivamos la documentación a nuestra asesoría jurídica o a la federación que corresponda, que son quienes al final, tras la recogida de pruebas documentales y de testigos, derivan los informes a Inspección de Trabajo».

Los datos completos recogen que en el ramo de la construcción los inmigrantes pueden cobrar una media de un treinta o un cuarenta por ciento menos que el resto de los trabajadores por los mismos trabajos. Un dato preocupante en este sector es que hay un alto índice de siniestrabilidad, derivada de sus fuertes ritmos de trabajo y de su escasa información sobre seguridad.

En la hostelería las diferencias oscilan entre un veinte y un cuarenta por ciento.