José Cerdà elabora productos artesanos desde hace 40 años. Foto: JULIÁN AGUIRRE

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El mercado payés y artesano que se inauguró ayer en la Rambla dels Ducs de Palma, ambientado en el siglo XVIII, tuvo una magnífica acogida entre los transeúntes y turistas, que quedaron sorprendidos. Pocos eran quienes sabían que hasta el próximo día 29 de enero se instalaría un mercado de estas características con motivo de las fiestas de Sant Sebastià.

Así pues, desde primera hora de la mañana de ayer, y con un grata sorpresa, muchos se acercaban a los puestos y exposiciones a observar y adquirir algunos de los productos. La exposición de herramientas y utensilios del campo fue muy bien acogida, especialmente por los mayores: sembradoras, carros, arados, carretons, tramutxes, etc, se han instalado en un espacio del mercado, donde los visitantes pueden apreciar lo que utilizaban los campesinos en el campo balear.

En los distintos puestos se puede apreciar desde la más amplia variedad de productos tradicionales y elaborados de la manera más artesanal, como neules, chocolate, sobrasada, quesos, etc, pero además cestas, cuchillos, escobas, figuras de cerámica, esponjas naturales...; hasta se puede ver cómo José Cerdà, de Pollença, realiza una escoba de palmito para barrer chimeneas o patios o limpiar telarañas. Por su parte, Diego Camuñas, otro maestro artesano dedicado toda su vida a hacer hondas, demuestra a los visitantes cómo trabaja la pita, el esparto, la estopa, el cáñamo, el mimbre, la palma y otras variedades vegetales.

Julián Aguirre