TW
0

Entre las comunidades con riesgo sísmico en España, Balears se sitúa entre las que presentan un nivel más bajo, aunque suficiente para tener que elaborar un plan de prevención.

Ésta es uno de los puntos tratados en la reunión del Grupo de Trabajo de Riesgo Sísmico de la Comisión Nacional de Protección Civil, integrado por representantes de Balears, Andalucía, Canarias, Catalunya, València y Murcia, así como por técnicos del Ministerio del Interior.

El director general d'Emergències, Joan Pol, uno de los participantes, explicó que «Balears ya cuenta con un Pla de Prevenció de Risc Sísmic, homologado por el Gobierno central hace ya un año. Las Islas presentan un nivel bajo entre las comunidades con riesgo sísmico. En Balears, los daños provocados por un seísmo de importancia, por ejemplo un 5,8 en la escala de Richter, estarían más relacionados con el colapso de infraestructuras que con el derrumbe de edificios, que es la imagen más conocida de un terremoto.

Así, por ejemplo, es muy probable que Son Dureta sufriría un colapso de sus servicios, pero más por la interrupción en el suministro de servicios, luz y electricidad, que por una supuesta incapacidad para atender a los heridos. De igual modo, el valor material de la caída de un puente de la vía de cintura no sería tanto como el enorme atasco circulatorio que se provocaría en toda la ciudad. En cualquier caso, Balears está más expuesta a riesgos meteorológicos que a riesgos sísmicos».

La Direcció General d'Emergències está elaborando un catálogo de edificios según su resistencia a los movimientos sísmicos y los ayuntamientos deben adaptar sus normativas urbanísticas a las diferentes cartografías de riesgo. Joan Pol apunta que «en los seísmos normales que se dan en Balears, todos o casi todos los edificios pueden aguantar. Son más preocupantes los daños que se producirían en infraestructuras que en los edificios de viviendas, sobre todo en puentes antiguos y conducciones de electricidad, gas y agua».