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TORRES BLASCO/TONI LIMONGI
El 14 de abril la Segunda República fue proclamada en Palma, un par de horas antes que en Madrid y después de haberlo sido también en Barcelona, primera capital española en la que se izó la bandera tricolor. Ese día, el Comité Provincial Republicano Socialista hizo público un bando informando de que tras las elecciones municipales «en España, la República es un hecho», a la vez que apelaba al «orden y al civismo». Las elecciones municipales provocaron el exilio del Rey y trajeron la República a España, ya que las candidaturas de republicanos y socialistas lograron la mayoría en las grandes ciudades, aunque los monárquicos y las derechas ganaron en los pueblos. En Mallorca, la victoria no fue para las candidaturas republicanas, pero el régimen cambió de manos con normalidad. A las 16 horas, fue izada la bandera republicana en Cort. Jóvenes socialistas montaron guardia junto a las iglesias y conventos de la ciudad en previsión de posibles altercados. Aunque el anticlericalismo no estaba muy extendido en la Isla, el entusiasmo era contagioso. Durante la jornada se produjeron agresiones a las estatuas de Ramon Llull y Antoni Maura, pero la tónica general de la jornada fue de tranquilidad.

Las primeras consecuencias del cambio de régimen no tardaron en llegar. Durante la República, por ejemplo, se crearon en las Islas más escuelas que a lo largo de todo el franquismo, el uso del catalán se impuso en las sesiones plenarias y las mujeres pudieron votar por primera vez. Una vez consolidado el nuevo régimen, se celebraron elecciones generales en junio de 1931. Los siguientes llegaron en 1933 y en 1936. El número de los escaños a elegir en Balears era (como lo ha sido hasta hace tres años) de siete. Las candidaturas de izquierdas y republicanas se impusieron en las primeras elecciones, las de junio de 1931. El financiero Juan March Ordinas obtuvo uno de los dos escaños de la derecha. March jugó un papel importante en la República. Detenido en varias ocasiones, medió con Luis Bollín para la adquisición del «Dragon Rapide», el avión que utilizó Franco para trasladarse de Canarias, donde estaba destinado, a Marruecos, desde donde encabezó la sublevación militar contra el régimen democrático. Años atrás, Mallorca había sido uno de los destinos de Franco: en marzo de 1933 fue nombrado comandante militar de Balears.

Al poco de ser elegido diputado en 1931, Juan March fue acusado de corrupción, se le privó del escaño y fue encarcelado, concretamente en Alcalá de Henares. En 1933 se celebraron elecciones, las primeras donde votaron las mujeres, con un claro triunfo de la derecha, en toda España y también en las Islas. La izquierda se había presentado dividida en varias coaliciones, mientras que la derecha lo hizo unida. Los republicanos radicales, que se habían desligado de la izquierda, consiguieron dos escaños. Las elecciones coincidieron con una huelga general de diez días. Durante el «bienio negro», que así se conoce a la legislatura de derechas, fue suspendido la totalidad del Consistorio de Palma, que tenía alcalde socialista, y se nombró una comisión gestora. Emili Darder fue una figura clave de la República en Mallorca. Alcalde de la capital balear, Palma avanzó como nunca durante su gestión. Murió fusilado ante una tapia del cementerio de Palma tras la sublevación militar.