El congreso del Partit Socialista de Mallorca (PSM) acabó ayer de forma traumática: con la renuncia de sus dos candidatos a las elecciones del próximo año.
La nueva estrategia de los nacionalistas, representada por su nuevo secretario general, Biel Barceló, llevó ayer a Mateu Crespí (elegido candidato hace tres meses por el sistema de primarias) a comunicar su renuncia. Lo mismo hizo el hasta ayer número uno del partido a Palma, Pere Muñoz. Además, también anunció que dejará su asiento de concejal palmesano.
El partido no tiene candidatos para las elecciones y se abre un proceso complejo. De un lado, el PSM impulsará un nueva formación política, al estilo del Bloque Nacionalista Gallego (BNG) y, de otra, iniciará un complicada negociación con otros partidos para elegir candidatos conjuntos.
O el propio Barceló o Nanda Ramón (elegida vicesecretaria del PSM) podrían encabezar la candidatura autonómica del bloque de partidos, según la fórmula que ya probaron en las elecciones generales. En relación a Palma, se abre un abanico de posibilidades que podrían confluir en apoyar a Eberhard Grosske (EU).
Una parte de la militancia no aceptará la nueva estrategia. El propio Barceló admite que puede haber gente que no esté cómoda y que abandone el partido, que, precisamente este año, ha cumplido 30 de su fundación. «Es como si me hubieran arrancadado un brazo», comentó un destacado militante.
La apuesta es arriesgada y tiene detractores también fuera de Balears. Felipe Puig, de Convergència Democràtica de Catalunya, advirtió que según qué tipo de pactos suscribiera el PSM, su partido se iba a distanciar.
El día anterior, el congreso había quedado sentenciado al imponerse la tesis del bloque por 167 votos a favor y 139 en contra. Tal como estaba pactado, el candidato renovador, Jaume Sansó, renunció a optar a la Secretaría General. Sólo se presentó la de Barceló, que logró 169 votos. Ejercieron su voto 217 militantes. Los otros 48 o votaron en blanco o nulo, como forma de protesta.
La ejecutiva de Barceló no incluye a nadie del sector llamado renovador, ya que sus dirigentes se negaron a integrarse. Es más reducida y operativa que la anterior y la presidirá la diputada Joana Lluïsa Mascaró. Nanda Ramón será la vicesecretaria general. El secretario general saliente, Biel Vicens, continuará en la ejecutiva como vocal.
Crespí, al explicar su retirada, alertó contra la posibilidad de «cargarse el partido». Fue muy irónico con Barceló y le deseó suerte en la búsqueda de otro candidato. Muñoz, por su parte, pidió perdón por posibles ofensas, confió en la capacidad de Barceló para «generar consenso» y explicó que «por coherencia personal» renuncia a encabezar un proyecto electoral que ha criticado. Los dos dimisionarios se dirigieron al congreso en presencia de representantes de otros partidos.
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