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Todos los sentidos se pusieron a prueba el sábado por la noche en Manacor en la Plaça del Mercat. A medida que uno se iba acercando al recinto, empezaba a descubrir una mezcla exquisita de aromas. A continuación, platos que tentaban la vista, que invitaban al gusto y que satisfacían el olfato. Muchos sin duda sucumbieron ante la tentación y, con tacto, probaron cada una de las delicias que se ofrecían.

Ya se sabe, uno de los mayores placeres terrenales es sin duda la comida. Y así quedó constatado en la IV Jornada de Cuina, que se celebró en Manacor en el marco de los actos programados por las Festes de Primavera. Se acabó lo que se daba. Y es que más de 3.500 personas asistieron a esta muestra, en la que participaban seis restaurantes y cuatro bodegas de Manacor, que ofrecieron degustaciones muy variadas.

Bacalao con tomate, pastel de puerros con sopa de clorofila y reducción de balsámico; lasaña parmigiana, parrillada, brocheta de cordero o sepia rellena de rape y gambas. Para endulzar la noche: tiramisú, «arrollado» de dulce de leche y de chocolate o panacota. Blancos, rosados, tintos y cavas regaron la noche. Tampoco faltó un stand para los más cafeteros.

El Ajuntament había habilitado mesas y sillas que por turnos se iban llenando. Sobre las 22.00 horas de la noche era casi imposible encontrar un sitio vacío donde poder degustar con tranquilidad los platos.

El regidor de Comerç, Andreu Vecina, valoró muy positivamente esta jornada. «Se han satisfecho todas las expectativas. Los restaurantes que participaban han acabado sus raciones y hay que tener en cuenta que al menos preparaban 500».

Por último y para no dejar ningún sentido agraviado, se pudo disfrutar de la música que ofreció la formación Espais Verds, que llevó a cabo una amena actuación en el marco de la Jornada de Cuina. Un acto que, ante el éxito edición tras edición, ya se ha consolidado.

Assumpta Bassa