De camino a casa

Antes de salir, a las puertas del hotel Royal Singi de la capital nepalí, Mr. Parajuli, representante de la compañía Thamserku Trekking, se despide de los mallorquines con los tradicionales fulares, deseo de buena suerte. Es la hora de cargar en el autocar los 150 kilos de material que acompañarán a los alpinistas hasta el destino final. Un calor húmedo y pegajoso, propio de la época previa al monzón, invade el ambiente de la ciudad, con sus calles siempre llenas de vida. Es domingo y la ciudad retoma su intensa actividad para dar la bienvenida a una nueva semana.

Katmandu empieza a ser una parte de muchos recuerdos acumulados a lo largo de dos meses de estancia en Nepal. El primer vuelo (TG-320) ya ha comenzado, a bordo de un Boeing 777-200 de la Thai. Vista desde el avión, la tierra de las montañas más altas del mundo es tan sólo una pequeña porción del mapa al norte de la India y al sur del altiplano del Tíbet. Poco a poco, la bahía de Bengala, el mar de Andaman, el golfo de Tailandia y el mar del sur de China dibujan un nuevo paisaje en la mente de los escaladores, que tienen todavía muy presente su desafío al Everest.

Así, finalmente, Oli y los dos Tolos aterrizarán mañana, a las 18.45 horas, en Son Sant Joan. Será el momento de encontrarse con los familiares y los amigos, y sobre todo con todos aquellos seguidores que han expresado su apoyo a través de la página web www.mallorcaadaltdetot.com y www.infomallorca.net a lo largo de todo este tiempo. Ésta es, precisamente, una de las mayores ilusiones del grupo.

Aparte, los escaladores se entrevistaron el sábado pasado con uno de los asistentes de miss Elizabeth Hawley, que certificó la cima conseguida por los mallorquines el pasado 18 de mayo. Su gesta quedará registrada en los archivos de esta mujer americana de ochenta años y una salud delicada que, sin haber escalado nunca la montaña del Himalaya, es capaz de saber si lo que le cuentan es cierto o no. En este sentido, no hay que preocuparse. Durante la entrevista, Joan Antoni Olivieri «Oli», aportó los argumentos y las pruebas visuales necesarias para superar el test.

Una vez resueltos todos los trámites indispensables antes de la partida, los expedicionarios han abandonado las tierras nepalíes. La montaña de los ocho mil metros está ahora a su espalda. Y es que, aunque hace diez días que alcanzaron la cima del Everest, la marca dejada por la aventura se mantiene imborrable: Oli y los dos Tolos han sido los primeros mallorquines en subir al techo del mundo.