TW
0

La reina doña Sofía, acompañada por su nuera, la princesa de Asturias, Letizia Ortiz, y la pequeña infanta Leonor, salieron ayer tarde a dar un paseo por el centro de Palma. Mientras los «hombres de palacio», el Rey y el Príncipe competían en la segunda jornada de la regata Breitling en la bahía de Palma, aterrizaba en Mallorca doña Letizia y su hija, quienes se incorporan a las vacaciones estivales de la Familia Real, a falta de los duques de Lugo y de Palma de Mallorca.

Sin duda, y una vez más, acapararon la atención de turistas, vecinos y transeúntes, que se quedaron impresionados al ver a la Reina, la Princesa y la Infanta pasear con toda naturalidad por el centro de Ciutat. Fue un paseo tranquilo, sin prisas, pero sin pausa. Las tres hicieron un alto en el camino para tomar un refrigerio en el emblemático Bar Bosch. La reina doña Sofía desprendía la alegría propia de una abuela radiante de felicidad, empujando el carrito de su nieta.

La infanta Leonor, muy guapa, pasa su primer verano en la Isla y miraba con gran atención cuanto ocurría a su alrededor. La princesa Letizia destacó por su elegancia y simpatía en todo momento. Tras finalizar el paseo, se dirigieron al coche donde la princesa metió el cochecito en el maletero e incorporó a la infanta en la sillita del asiento de atrás, poniéndole el cinturón de seguridad. La reina doña Sofía, al volante, y doña Letizia, en el asiento del acompañante, abandonaron el lugar entre aplausos de los ciudadanos que mostraron de esa manera el cariño que se tiene en Balears por la Familia Real.

Pedro Prieto