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JAVIER J. DÍAZ/S.CARBONELL
Santi Morey, regidor del Grup Municipal del PSOE en el Ajuntament de Palma, manifestó ayer que «al portavoz del PP en Balears, Miquel Ramis, «se le debería caer la cara de vergüenza por criticar que no estuviera un retén de la Policía Nacional» el sábado en la romería de San Bernat. Morey, que compareció junto a los otros partidos de la oposición, contestó a Ramis recordándole que «no estaba en la romería», aunque dijo que él sí. Marisol Fernández, regidora del Grup Municipal EU-EV, recriminó la actitud del equipo de Gobierno ante lo que según dijo eran «unos hechos anuciados». «Fueron prepotentes y lo hacen todo con fines electoralistas».

Por su parte Rosa Estaràs, vicepresidenta del Govern, calificó ayer de «absurdos» los incidentes sucedidos el pasado sábado en la romería de Sant Bernat y defendió el derecho de los ciudadanos, de la alcaldesa y los ediles de Palma a asistir a los actos festivos que se celebran en la ciudad. «Si yo fuese el prior de La Real estaría bien preocupado» y «haría un examen de conciencia», recalcó Estaràs, quien se preguntó «qué pasaría si el señor Grosske o algún concejal del PSOE no hubiese podido asistir» a la romería. La vicepresidenta dijo que una «serie de señoras y señores agresivos» que acudieron a la romería a «reventarla».

Por su parte, Bartomeu Carrió, portavoz del Grup Municipal del PSM, aseguró estar en poseseión de una cinta filmada con los intentos de agresión «de los que romeros que venían de Cort hacia los manifestantes». Por otra parte, la alcaldesa de Palma, Catalina Cirer, resaltó precisamente ayer la necesidad de que el delegado del Gobierno en Balears, Ramón Socías, aclare si la actuación llevada a cabo por diversos manifestantes en la romería «estaba autorizada o no, no por el lugar en el que la realizaron sino por las consecuencias que tuvo, al impedirse el paso de los concejales al Monasterio de La Real».