TW
0

El histórico bergantín goleta Cala Millor, el último gran velero botado en la Isla para la Naviera Mallorquina, recaló ayer Palma tras más de cuarenta años de ausencia en la Marina Port de Mallorca, con el objetivo de participar en la regata Mar de Alborán para embarcaciones de época en la que tomarán parte algunos de los inscritos en el Trofeo Almirante Conde de Barcelona. Testimonio vivo de la calidad artesanal alcanzada por los mestres d'aixa de Mallorca, eCala Millor ha llegado a nuestros dias como en sus mejores tiempos tras una laboriosa restauración realizada por Gerald Delgado y Nicole Legler, armadores a su vez deThopaga, Ex Cala Tuent, otro veterano de la flota mercante de vela balear, que en su época dorada, a finales del siglo XIX, llegó a sumar un centenar y medio de barcos de vela en servicio activo.

Construido en los astilleros del Mollet entre 1942 y 1946, eCala Millor cerró la historia de los veleros mercantes mallorquines. Fue el último de su estirpe y uno de los mayores, con 171 toneladas y 42 metros de eslora (con el botalón) y 33 en cubierta, por 8 de manga y 3,2 de calado. Aparejado en la actualidad con 12 velas distribuidas en dos mástiles que alcanzan los 32 metros de altura, puede superar los 8 nudos de velocidad.

Destinado a excursiones de día para escolares en un programa de orientacion medio ambiental y cultural patrocinado por el Consell Insular, el Club Náutico de Eivissa y el Ajuntament de Vila, navega al mando del capitán Toni Carrasco por el Parc Natural de Ses Salines y Espalmador. Un itinerario para evocar sus antiguas singladuras con las bodegas cargadas de cítricos y más tarde con material de construcción, y ahora habilitadas como sala-comedor.

Gabriel Alomar