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JAIME MOREDA
Comenzó fatal la corrida celebrada ayer noche en la plaza de toros de Palma. Los dos primeros astados de la ganadería de Torreherbero fueron dos auténticos marrajos que no sirvieron para nada potable. Baste decir que el primero de «Finito» dobló antes de que el matador entrara a matar. Con mucho esfuerzo lograron levantarlo. Un pinchazo del diestro andaluz fue suficiente para que le dieran la puntilla. Por su parte, Francisco Rivera Ordóñez se peleó de forma brava con su paralítico primer enemigo y consiguió incluso algunos buenos pases con la mano derecha. Como mató bien, el presidente le concedió una oreja. Sin embargo, su hermano Cayetano anduvo por debajo de las condiciones de su muy buen primer novillo. Demasiados enganchones y falta de colocación fueron sus principales defectos. Quizás se equivocó al casi no picar al de Domingo Hernández.

La noche tomó un giro positivo en el cuarto. «Finito» demostró su clase ante un buen ejemplar de Torrherbero, nada parecido por fortuna a sus hermanos lidiados con anterioridad. El diestro logró una faena de alto nivel por ambos pitones, aprovechando la boyante embestida de su oponente. Además, cobró una estocada entera que hizo rodar al toro sin puntilla y le fueron concedidas las dos orejas.

El susto del festejo llegó con el quinto. Rivera Ordóñez se animó a banderillear, y tras colocar un meritorio tercer par al violín el toro hizo hilo con él . Le alcanzó, el torero cayó pero por la inercia se levantó rápidamente, el toro siguió tras él hasta que Rivera Ordóñez logró parar su embestida, lo que enardeció al tendido. Con la muleta apenas pudo lucirse debido al inexistente recorrido del astado y quizás también porque arrastraba las secuelas de su susto en banderillas.