La variante que prevé sacar el tráfico de los núcleos de población de Son Ferriol y Casa Blanca se abrirá a final de año, cinco meses después de lo previsto debido a la construcción de un nuevo enlace a la base aérea de Son Sant Joan. La consellera d'Obres Públiques, Mabel Cabrer, confirmó ayer que el Ministerio de Defensa solicitó un acceso a la base aérea «por motivos de seguridad y de la Casa Real».
En principio, se preveía un paso inferior de acceso a Casablanca y finalmente ha sido sustituido por otro superior que permitirá realizar todos los giros, además de tener un buen acceso a la base, una obra que se ha negociado con Aviación Civil para no interferir con el aeropuerto.
Además de provocar un retraso considerable, el proyecto que tenía un coste inicial de 20 millones de euros, se encarecerá en tres más que asumirá el Govern.
Mabel Cabrer visitó ayer las obras acompañada por la alcaldesa de Palma, Catalina Cirer, y el teniente de alcalde, Rodrigo de Santos. La ejecución de la nueva carretera, que en su práctica totalidad es de nuevo trazado, está resultando bastante compleja. Así lo expuso José Manuel Pérez Ribas, jefe de obras, quien indicó que han sido muchos los servicios afectados que han debido desviarse. «Para hacerse una idea, hemos redactado 38 proyectos de desvío de líneas eléctricas de alta y baja tensión, y también se han tenido que desviar 7 kilómetros de tuberías de Emaya y de la comunidad de regantes de la zona». De hecho, hay un desvío que no se ha hecho aún porque desabastecería de agua durante varias horas al núcleo turístico de s'Arenal. Otro problema que presenta esta obra es que a tan solo un metro de profundidad del nivel del terreno hay agua.
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