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Diana de Francia ha escrito un libro, ha plantado muchos árboles, ha tenido media docena de hijos y ahora se acaba de lanzar en paracaídas desde una altura de 4.000 metros.

En realidad, a ella le hubiera gustado dar el salto a primeros de agosto, exactamente el día del cumpleaños del duque, su marido.

«Hubiera sido mi regalo de cumpleaños. ¿Te imaginas? Le hubieran llevado engañado al lugar donde estaba previsto que cayéramos nosotros y ... ¿Te imaginas la sorpresa que se hubiera llevado viéndome llegar desde el cielo?». Pero le aconsejaron que no lo hiciera, y no porque la sorpresa no estuviera bien, sino porque al duque, observando el descenso le podría haber dado algo.

Sin embargo, Diana llevada por el entusiasmo, saltó. No fue el día del cumpleaños del duque, ni con este en tierra esperándola. «Fue unas semanas después, hace unos días. El salto lo dimos desde unos 4.000 metros y la sensación que sientes cuando saltas y, sobre todo, cuando vas cayendo una vez que se ha abierto el paracaídas es inenarrable. Indescriptible. Me ha gustado tanto que seguramente repetiré la experiencia. ¿Qué ha dicho mi marido ...? Se ha quedado totalmente asombrado», cuenta Diana de Francia.