Bajo el rótulo: «Dislexia, un trastorno invisible», el presidente del Govern, Jaume Matas, inauguró ayer el II Congreso Nacional de Dislexia que hasta mañana se celebra en Palma. El objetivo principal del encuentro es informar sobre los protocolos de actuación que establece la LOE ante esta discapcidad. la Ley Orgánica de la Educación recoge, por primera vez en España, la obligatoriedad de todos los centros docentes de asistir las necesidades pedagógicas específicas del colectivo. La dislexia afecta hasta al 15 % de la población. Así, en Balears, 150.000 personas pueden padecer algún grado de dislexia, aunque la mayoría lo desconoce.
Durante su intervención, el president reconoció la responsabilidad de las administraciones públicas en la detección y asistencia de los afectados: «Por fin la LOE allana el camino para establecer directrices», dijo.
El encuentro está impulsado por la recién creada Federación Española de Dislexia y organizado por la asociación balear de afectados, Disfam.
Al mismo, asistieron entre otros, el delegado de Gobierno, Ramón Socias; el director general de educación del Ministerio de Educación y Ciencia, José Luis Pérez-Iriarte; y la directora general de Ordenació, Innovació i Formació, Joana Rosselló.
La participación en la primera jornada fue de 350 personas inscritas en Palma, cifra a la que hay que añadir 60 inscritos que siguen el encuentro por videoconferencia desde Menorca y Eivissa.
Las estadísticas revelan que la dislexia afecta hasta al 15 % de la población.
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