Los participantes insistieron en recorrer las calles y plazas de Palma pese al mal tiempo. Foto: PERE BOTA

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Ritmos y danzas tradicionales abrieron ayer el XII Festival Mundial de Danses Folklòriques, que se celebrará en Palma hasta el sábado. La variedad de colores vivos dieron la nota predominante, durante el desfile inaugural, en un día gris más propio del otoño que de la estación primaveral en la que nos encontramos.

Y a pesar de la incesante lluvia que cayó durante toda la tarde, desde la Plaça Porta Pintada de Palma y recorriendo las calles de Sant Miquel, Plaça Major, Plaça Marqués del Palmer, Jaume II, Santo Domingo, Plaça Rosari, Constitució, hasta el Passeig des Born, los participantes de los casi 50 grupos desfilaron haciendo amago de bailar.

Tímidos movimientos desprendieron niños y mayores, sin poder llegar a realizar las danzas típicas debido al resbaladizo suelo lleno de charcos. No obstante, esto no fue un problema para los del grupo de Burundi, que descalzos y con los tambores sobre la cabeza tocaron y bailaron sus ritmos más arraigados a una tradición muy distinta a la gran mayoría de los conjuntos.

Julián Aguirre