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Enrique, príncipe consorte de Dinamarca, esposo de la reina Margarita II, al probar el pan mallorquín con tomate regado con Denominació d'Origen Oli de Mallorca, hizo gesto de aprobación. En castellano dijo que le gustaba el pan con tomate, y cuando lo saboreó, tras ver cómo se le echaba uno de los aceites de DO Oli de Mallorca, el placer se le dibujó en el rostro.

Y es que en la mañana de ayer, la Conselleria d'Agricultura i Pesca del Govern de les Illes tuvo a bien organizar un berenar a base de pa amb oli -D.O. Oli de Mallorca, por supuesto-, con tomate, al que invitó a los participantes de la Dragon Cup que estos días se celebra en aguas de la bahía palmesana.

Ni que decir tiene que la respuesta de los regatistas fue muy buena, pues unos atraídos por la curiosidad y otros por el apetito que despierta estar al lado del mar, dieron buena cuenta de cuanto allí se sirvió, que no fue poco, tanto como pan de diversos gustos (pan payés y bollitos de cebolla, de pasas y nueces, otro oriental, con semilla de sésamo, de cinco cereales y de pan vienés) regados con los siete tipos de aceite Denominació d'Origen Oli de Mallorca, lo cual podía traducirse en hacerse siete bocadillos con siete tipos de panes y aceites, ya decimos D.O. Olide Mallorca, que según nos informaron los responsales de la Conselleria, organizadores de la merienda, su comercialización ha crecido de forma espectacular en los últimos años, o para ser más exactos desde que está siendo promocionado por la actual Conselleria d'Agricultura i Pesca, que los está haciendo llegar a muchos puntos de la geografía nacional y europea. Por ello, suponemos que a partir de ayer, el príncipe danés podrá dar fe de que si epa amb tomatiga, que ya conocía, es excelente siempre, lo es mucho más si va acompañado de D.O. Oli de Mallorca. Y eso lo decimos con conocimiento de causa, pues se comió los dos bocados que le sirvieron. Es más, no empezó a cambiarse de ropa para la regata hasta que los hubo terminado.

Pedro Prieto