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Decenas de vecinos de Llucmajor subieron ayer hasta el santuario de Gràcia para celebrar epancaritat que las lluvias registradas el domingo de la semana pasada obligaron a suspender. Se ofició un misa, una divertida gincana y los niños pudieron disfrutar de los juegos organizados por el Grup de Joves Bona-Ventura. Al mediodía se cocinó una gigantesca paella subvencionada por el Ajuntament de Llucmajor. La fiesta tocó a su fin con la entrega de los premios de la gincana celebrada horas antes. El lugar para el reparto de los galardones fue la Plaça d'Espanya.

P.A.M.