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En el Día Mundial de la Risa, celebrado ayer, su embajadora más popular, Caty Escandell, ofreció en la Plaça d'Espanya de Palma un espectáculo de risoterapia al que se sumaron numerosos ciudadanos. Una actividad que se realizó de forma simultánea en 55 países dentro del mismo horario.

«Es el tercer año que celebramos en España el día de la risa, la mejor medicina para ser más optimistas y felices y sentirnos más motivados en nuestras obligaciones diarias», aseguro Caty, mientras se dirigía a un auditorio que crecía por momentos. Los ejercicios de risoterapia consisten, además de la propia risa sin motivo aparente, en desconectar de la vida cotidiana para así dejar que salga el niño que todos llevamos dentro, y nos parece ridículo dejar asomarlo. «Así también aprendemos juntos a aceptarnos tal y como somos. Con creatividad y alegría», indicó Caty Escandell.

Al poco rato, la vicepresidenta del Govern balear, Rosa Estaràs, y la actriz Emma Ozores, se sumaron a las actividades destinadas a combatir el estrés, la angustia y ciertas formas de depresiones. «También es cierto que dos minutos de reír a carcajadas equivalen a 20 minutos de ejercicios. Es debido a que así movemos 430 músculos de nuestro cuerpo», recalcó Escandell, para apostillar que «uno no deja de reír por hacerse viejo, se hace viejo por dejar de reír». Enseñanzas que todos los presentes hicieron suyas, mientras siguieron todas y cada una de las gesticulaciones y salutaciones amistosas internacionales que incluye esta terapia.

G. Alomar