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Mabel Cabrer no está dispuesta a aceptar las críticas que ha vertido el actual conseller de Mobilitat, Biel Vicens, sobre unas supuestas deficiencias en la estación intermodal y en la gestión del dinero público para invertir en transporte público. La ex consellera d'Obres Públiques se ofreció hace una semana a Vicens para acompañarle a visitar la estación intermodal, pero no ha recibido ninguna respuesta. Vicens denunció que en la estación intermodal no hay talleres para el metro, dijo que el sistema de cobro de billetes no funcionaba, y reiteró los problemas que hay para que las personas con silla de ruedas puedan acceder a las máquinas. Además, Vicens cifró en 500 millones el «agujero económico» que ha dejado Cabrer en las partidas de transporte público. «Todas las inversiones en transporte figuran en los presupuestos de la Comunitat y han sido fiscalizadas por la Sindicatura de Comptes. No estoy dispuesto a aceptar que parezca que me he llevado el dinero a mi casa. Todas las inversiones están hechas y no tuvimos el apoyo del Gobierno central. El propio Antich se ofreció para hacer de intermediario entre el Ministerio de Fomento y el Govern y todavía esperamos la reunión», explicó Cabrer, que volvió a visitar la estación intermodal.

La ex consellera d'Obres Públiques lamenta «el desconocimiento que ha demostrado Vicens al decir que no había talleres para el metro». Los talleres están situados al final de uno de los andenes de la estación intermodal, justo al lado de la zona reservada para autocares que será inaugurada en diciembre. «Los talleres existen. Si Vicens hubiese venido, se los hubiese enseñado», señaló Cabrer durante su visita a la estación intermodal.

Cabrer se dirige hasta la zona de descanso del personal de la estación. La sala es espaciosa, con taquillas para los trabajadores de Serveis Ferroviaris de Mallorca, pero hay problemas con el aire acondicionado. De hecho, la estación está repleta de cubos ante las goteras que salen de los aparatos de aire acondicionado. «Es incierto que falte personal como aseguraba Vicens. Se hicieron contrataciones y los maquinistas de los trenes y el metro descansan las horas reglamentarias. Estoy seguro que si no fuese así los sindicatos lo hubiesen denunciado», se defiende la ex consellera y actual diputada del PP.

Cabrer no oculta que las quejas de aquellas personas que intentan viajar con sillas de rueda están justificadas. Mientras fue consellera, Cabrer encargó que se buscasen alternativas para que los pasajeros con sillas de ruedas pudiesen acceder a los vagones sin ningún tipo de inconveniente. «El problema lo padecen sólo aquellas personas que van con sillas de ruedas eléctricas, que son más pesadas que las otras. Encargamos varios sistemas para ver cuál era el mejor. El problema no sólo es para acceder a los vagones del metro. Existen las mismas dificultades para acceder al tren», explicó Cabrer.

La ex consellera lamenta que Vicens afirmase que el Govern del PP decidió que el transporte en metro fuese gratuito por problemas en el pago de los billetes. Según Cabrer, el cobro del metro era factible ya que se han habilitado máquinas para dispensar tickets y existen también unas taquillas. «Se decidió que el metro fuese gratuito para fomentar este transporte, que era nuevo para la mayoría de los mallorquines. El sistema de cobro hubiese podido funcionar desde el primer día», se defiende Cabrer.