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El 26 de noviembre de 2003, el entonces presidente del Govern, el popular Jaume Matas, y la entonces alcaldesa de Palma, la popular Catalina Cirer, daban a conocer que el nuevo hospital de Son Dureta se construiría en el solar de Son Espases Vell. Poco después, el Ajuntament de Palma adquiriría dicha finca, ubicada en la barriada de es Secar de la Real, por 7'2 millones de euros, para cederla con posterioridad a la Conselleria de Salut para la construcción del nuevo hospital.

A finales de 2003, empezarían también las primeras protestas de los vecinos de dicha barriada, que poco después darían lugar a la constitución de la Plataforma Salvem la Real y a la presentación de las primeras alegaciones al citado proyecto y de las primeras denuncias, y, de forma paralela, a un a menudo muy duro intercambio de acusaciones entre los afectados y la oposición municipal "el PSOE, EU-EV y el PSM", por una parte, y el entonces teniente de alcalde de Urbanisme, el popular Javier Rodrigo de Santos, por otra.

De Santos consideraba que los vecinos de es Secar de la Real no se habían opuesto a la creación de dos urbanizaciones en la barriada, Son Serra Parera y Can Coll, cuyas obras están ya a punto de acabar, a pesar de que, en opinión del regidor, tendrían un mayor impacto paisajístico que la construcción del nuevo hospital en la zona. El edil también defendía que la compra del solar de Son Espases Vell para la creación de un hospital habría evitado la especulación en la barriada. Igualmente, afirmaba que era el Ajuntament la institución que había promovido la protección del entorno, y también la que había evitado la construcción de un geriátrico privado en la zona y la que además había conseguido que se redactase un nuevo proyecto arquitectónico para el hospital, más respetuoso con el entorno.

Los vecinos, sin embargo, no estaban de acuerdo con esa apreciación. En este sentido, la presidenta de la Associació de Veïns de es Secar de la Real, Assumpció Renom, recordaba ayer que ya cuando se anunció la construcción de la urbanización de Son Serra Parera a mediados de 1998, siendo entonces alcalde de Palma el popular Joan Fageda, ella misma convocó una reunión a la que asistió el entonces teniente de alcalde de Urbanisme, el popular Rafel Vidal, en la que se pidió al equipo de gobierno municipal que no se construyera dicha urbanización y que se protegiera todo el entorno, incluida la Síquia den Baster. De hecho, los vecinos llegaron a presentar alegaciones a dicho proyecto urbanístico. Renom también recuerda que, décadas atrás, se opusieron igualmente a otro proyecto de urbanización, y reitera que, en su opinión, la construcción del nuevo hospital de Son Dureta en Son Espases Vell sería «una excusa» para poder urbanizar posteriormente toda la barriada.

En estos momentos, las obras de la urbanización de Son Serra Parera se encuentran en su tramo final. Se trata de un urbanizable de unos 90.000 metros cuadrados, con una parte lucrativa de unos 46.600 metros cuadrados, que incluye unos 36.200 metros cuadrados para la construcción de viviendas de hasta cuatro alturas. Más en concreto, está prevista la construcción de 435 viviendas plurifamiliares para unos 1.300 habitantes. En un primer momento, estaba programada, no obstante, la construcción de adosados. Asimismo, está prevista la creación de un restaurante en la antigua posesión de Son Serra Parera, y además hay un solar de 5.395 metros cuadrados en el que se creará un pequeño centro de ocio.