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A lo largo del día de ayer se celebró en el Pueblo Español de Palma el cásting para Operación Triunfo. En total se presentaron 684 personas, que tras dos cribas, se quedaron en seis, que en fecha próximas viajarán a Madrid donde, junto a la seleccionadas en otras comunidades, pasaran nuevos cástings hasta que queden las catorce o dieciséis finalistas que irán al primer programa.

La primera parte de cásting se celebró por la mañana. Los 684 aspirantes a 'triunfitos' tuvieron que cantar una o dos canciones ante un jurado. No todos superaron esta primera prueba, por lo que quedaron eliminados. Entre los participantes había de todo, como en botica. Del predispuesto a todo un friki, pasando por el cantante de karaokes o el que pensaba que sabía cantar, o el que no sólo cantaba e interpretaba bien, sino que, además, lo demostraba que es, por norma general, quien pasó. ¡Ay! Si algunos hubieran hecho caso a la organización y se hubieran hecho la prueba previa a través de Bluesonic, que aparece en la zona de ensayo de www.operaciontriunfo.com, se habrían ahorrado el viaje y la espera.

La primera en entrar fue María del Mar, que desde la cinco de la tarde de la víspera hacía cola. Tuvo suerte en la primera criba y la superó. Salió llorando de alegría. No pasaron, entre otras, Amada que esta noche disputará la final de 'Tú sí que vales', ni ninguna de sus dos hermanas, ni la discapacitada Alicia, que el jurado no le dejó terminar la canción, y no sé si pasó Beatriz, que acudió al cásting por segunda vez, ahora con su hijita, Luna.

Finalizada la primera criba tuvimos ocasión de charlar un rato con Llàcer, Galera y Mejide, quienes confesaron que no hay ningún nivel de 'triunfito', y que quien se asusta ante el jurado, en una gala seguro que se muere del susto. Para Mejide, lo ideal del participante es que sea nuevo, necesario, rentable y que tenga una proyección más allá de la canción. En cuanto a OT, señaló que no está muerto: «Constantemente salen programas parecidos a éste y clones de nosotros, el jurado».

Pedro Prieto

Foto: Teresa Ayuga