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El PP balear, que celebra el próximo fin de semana un congreso decisivo, sucumbió ayer ante la 'nueva estrella' de la ejecutiva nacional del partido, el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón y, por momentos, pareció olvidarse de sus problemas internos y de la compleja situación por la que atraviesa.

Gallardón, que hace sólo una semanas se proclamaba «verso suelto del PP», estuvo ayer en Manacor como embajador de la nueva dirección y dio un consejo claro a Estaràs: que en las próximas elecciones vaya a por la mayoría absoluta. Según dijo, ése es el único modo de evitar acuerdos a la contra, como el que se produjo en Balears hace un año.

Gallardón se mostró convencido del éxito de Rosa Estaràs y dijo solemnemente que «esté donde esté, yo vendré aquí a celebrar con vosotros el triunfo».
Gallardón, que al inicio de su intervención dijo sentirse «abrumado» por los elogios que antes le habían dedicado el alcalde de Manacor, Antoni Pastor, (que además le felicitó por haber otorgado la Medalla de Madrid al tenista Rafael Nadal) y la propia Estaràs. La líder del PP balear dijo que el alcalde de Madrid «representa los valores que a todos nos gustaría encarnar a partir del 5 de julio» y que no tenía palabras para agradecerle que hubiera venido a Mallorca a menos de una semana del congreso que reeligió a Rajoy.

El alcalde de Madrid, por su parte, la puso como ejemplo de lo que tiene que hacerse cuando el líder se va, en alusión a Matas.