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La regidora de Salut, la socialista Begoña Sánchez, dio a conocer ayer algunas de las novedades previstas por el Ajuntament por lo que respecta a las casetas que cada año se instalan en la Plaça Major con motivo de las fiestas de Navidad.

En este sentido, indicó que el objetivo de su departamento es crear un 'corredor comercial' que abarcaría la Plaça Major, la Rambla y la calle Baró de Pinopar, a la altura de la Clínica Rotger, lo que a su vez permitiría que hubiera menos casetas en la Plaça Major, cuya presencia y colocación había sido objeto de cierta polémica y de diversas quejas en estos últimos años, en especial por parte de algunos comercios de la zona.

Sánchez hizo también referencia a las paradas que se ubican en la Plaça d'Espanya igualmente en Navidad, que han sido de lona en las ediciones más recientes, a diferencia de las que hasta ahora se situaban en la Plaça Major, que eran de madera.

Precisamente, otro de los propósitos de su departamento es que desaparezcan las casetas de lona y que exista uniformidad entre las paradas de ambas plazas, por lo que en septiembre se convocará un concurso para la presentación de proyectos de posibles diseños, en los que también se buscará «una nueva imagen corporativa».

La edil añadió que con estas decisiones, el equipo de gobierno desea que haya «un mejor ambiente navideño en la ciudad». Asimismo, señaló que el pasado mes de junio mantuvo una primera reunión con los vendedores de dichas paradas, quienes, según indicó, le expresaron su apoyo a las modificaciones previstas, si bien está programada una nueva reunión el próximo mes de septiembre para perfilar con mayor detalle la configuración del nuevo 'corredor comercial'.

Por último, Sánchez anunció que en las paradas de la Plaça d'Espanya sólo podrán venderse productos que estén relacionados en mayor o menor medida con las fiestas navideñas, por lo que desaparecerá, por ejemplo, la venta de gafas o de encendedores. En este sentido, se han tenido en cuenta las quejas hechas por comercios de la zona.