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Una mañana diferente la que disfrutaron ayer la princesa Letizia y sus hijas, las infantas Leonor y Sofía. Durante algo más de una hora estuvieron, en compañía de unas amigas y sus hijos, visitando las maravillas que ofrece el Palma Aquarium. Un mundo de descubrimientos para grandes y pequeños, visitantes del fondo marino, que por lo contenta que salió la infanta Leonor deducimos que le encantó conocer los peces raya, tiburones, los simpáticos «nemos», caballitos de mar y quien sabe si tocó una de las preciosas estrellas de mar o los herizos. Durante la visita, una parada imprescindible en frente al «gran azul» donde el acuario más grande de Europa invita a introducirse en el mundo del fondo de mar desde un cómodo cojin y contemplar la variedad de hasta 200 especies diferentes, que conviven en este parque marino. Quizás la pequeña Sofía, quien tiene quince meses de edad, no se diera cuenta de cuanto sucedía, pero sí que disfrutó de los peces y del tranquilo recorrido por donde además, de los acuarios, los visitantes pasan por una zona denominada «La jungla» donde la vegetación y cascadas de agua es abundante y refrescante. Como decimos, a la salida, los pequeños parecían estar encantados con todo lo que habían visto y portaban un pequeño regalo. Doña Letizia estuvo acompañada por unas amigas que tambien fueron con sus hijos y alrededor de las dos del mediodía se retiró hacia el palacio de Marivent, donde presumiblemente las pequeñas, despues de comer se echaron una siesta.

Ha sido una semana de pocas salidas por Palma por parte de la Familia Real, los Reyes y principes de Asturias y sus hijas, quienes posiblemente abandonen Mallorca la próxima semana para acudir algún compromiso de los deportistas españoles en los Juegos Olímpicos de Pekín.

Julián Aguirre
(texto y foto)