AENA comenzó ayer el derribo de la antigua terminal chárter, inaugurada en julio de 1972. Foto: M.A. CAÑELLAS

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El ente público Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) tiene previsto invertir en los próximos cuatros años 300 millones de euros en diversas obras en el aeropuerto de Palma, con el fin de mejorar sus servicios, competitividad y actividad, de ahí que el director de Son Sant Joan, Nemesio Suárez, indicará ayer en el acto de derribo de la antigua Terminal B, que el plan de negocio previsto «permitirá que Son Sant Joan registre a finales de 2012 un tráfico de 28'5 millones de pasajeros».

La demolición de la antigua Terminal B permitirá ampliar la plataforma de estacionamiento de aeronaves, acercándola a la terminal interislas, con lo que los aviones podrán llegar directamente a las puertas de embarque, asimismo como ampliar el Módulo C para adaptarlo al tráfico «hub».

Junto con la Terminal B, también se derribará la antigua central eléctrica y el edificio AENA II, lo que dará paso a una nueva plataforma en la que está previsto el estacionamiento de cuatro aeronaves, así como la construcción de un túnel de acceso a la torre de control y la duplicación de la capacidad del edificio de aparcamiento, que pasará a tener 12.000 plazas, frente a las 6.000 actuales. Por otra parte, la ampliación del Módulo C supondrá incrementar de 20 a 33 las puertas de embarque actuales y contempla una plataforma de estacionamiento de aeronaves de 9.800 metros cuadrados. Ello permitirá que esta terminal mueva al año 4'5 millones de pasajeros.

El presidente Francesc Antich puntualizó ayer que Son Sant Joan no necesita alcanzar los 30 millones para tener la cogestión, ya que se trata de una infraestructura vital para Mallorca.