El ex president del Govern, Jaume Matas ha regresado a la Colonia de Sant Jordi después de hacer otro parntesis de descanso en un hotel lujoso de Miami, en las mismas fechas en que eran detenidos los máximos responsables de Turisme Jove por malversación de fondos públicos y otros cinco delitos más.
Matas sigue ajeno a todo. Mientras sus compañeros de partido han tenido que dar la cara por los casos de corrupción descubiertos en la etapa en la que Matas presidía el Govern, el ex president se pasea por la Colònia saludando a diestro y siniestro a los vecinos con una sonrisa de oreja a oreja y es capaz de dormir la siesta a pierna suelta en la terraza de su apartamento sin asomo de culpabilidad.
Desde que estallara el primer escándalo, con Javier Rodrigo de Santos, y siguieran los de Bitel, CDEIB, Palma Arena y Turisme Jove, Jaume Matas se ha negado a hacer la más mínima declaración al respecto, salvo decir que «no quiero hablar», o que no tiene el más mínimo interés en hacerlo.
Matas sigue su vida a caballo entre Washington, Mallorca y Miami, trabajando para el Grupo Barceló, y mantiene un tren de vida alejado de las más mínimas muestras de austeridad. Los casos de corrupción política investigados por Fiscalía en la etapa en que fue president no parecen afectarle.
Julián Aguirre
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