Vicenç Grande, cuando declaró ante el juez del 'caso Plan Territorial de Mallorca'.

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Los propietarios de una veintena de fincas, la mayoría de ellos pertenecientes a familias mallorquinas de apellidos de ascendencia ilustre y grandes terratenientes, han reclamado a través de sus representantes legales recuperar la titularidad de las parcelas y que éstas no lleguen a formar parte de la masa del concurso voluntario de acreedores presentado el pasado mes de junio por el promotor y presidente del Grup Drac, Vicenç Grande, ante el manifiesto incumplimiento de los plazos de pago pactados.

El titular del Juzgado de lo Mercantil 1 de Palma, Víctor Fernández, tendrá que decidir si incluye, o no, esas fincas en los activos a repartir entre los más de 700 acreedores. El juez se inclinará por una cuestión u otra tras escuchar la opinión de los tres administradores concursales, Jorge Sainz de Baranda, Raimundo Zaforteza y Salvador Fornés, que analizarán de forma exhaustiva el expediente de Grande.

El promotor adeuda entre 50 y 100 millones de euros a los dueños de las fincas, ya que firmó pagarés que nunca hizo efectivos o que dejó de abonar tras acogerse a la Ley Concursal. Pese a todo, Grande, tras declararse insolvente temporal ante el juez, ha incluido esos terrenos (miles de metros cuadrados repartidos por toda Mallorca) como activos en el concurso de acreedores.

«Lo mejor que le puede pasar a mi cliente es cobrar lo que le adeuda Grande. Pero como eso es inviable, al menos que tenga la posibilidad de recuperar una propiedad que legítimamente le pertenece y no llegue a formar parte de la masa del concurso», declaró a este diario un abogado que representa a uno de los dueños de fincas.

En muchos de los casos, el propietario de los terrenos no ha cobrado ni un sólo euro del presidente del Grup Drac. Confiaba en la hipotética solidez financiera de Grande, que en pocos años llegó a levantar un imperio, apoyado en la bonanza del sector de la construcción.

La opinión general es que nadie, en su sano juicio, habría rechazado un pagaré de Grande en su época de esplendor, cuando ganaba dinero a manos llenas.
Estirpe y solera
El promotor ofrecía sumas altísimas por los terrenos, aunque éstos no tuvieran la condición de urbanizables. Por eso, muchas familias de estirpe y solera no dudaron al aceptar los pagarés con vencimiento aplazado.

Tras la presentación de lo que está considerado como el mayor concurso de acreedores de la historia de Balears, con un pasivo declarado de 830 millones de euros, los propietarios ultiman la presentación de sus respectivos créditos ante los administradores concursales.

También, han iniciado la batalla legal para impedir que sus fincas sigan formando parte de los activos declarados por Grande.
Si el juez les da la razón, la relación de bienes declarada por el promotor sufriría una merma considerable, todo ello a expensas de que los administradores concursales decidan si procede un convenio entre acreedores o, la opción considerada más traumática: la liquidación pura y dura del patrimonio de Grande.

Por otra parte, el juez ha dictado un auto por el cual rechaza el recurso contra el nombramiento de Jorge Sainz de Baranda como administrador concursal.