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F. BARRASA/P. CANDIA/X. GISPERT El Grupo de Delincuencia Organizada de la Guardia Civil logró hacer legibles documentos que el alcalde de Andratx, Eugenio Hidalgo, intentó destruir horas antes del registro de su despacho oficial y de su docicilio, que desencadenaron la llamada 'operación Voramar'. Ahora en manos de los fiscales Anticorrupción, tanto esos papeles como las pistas que proporcionaron a los agentes de la Benemérita, son parte de la pieza del sumario que tratará de demostrar en juicio que Hidalgo y el celador de obras de Andratx, Jaime Gibert, compatibilizaban sus trabajos públicos en el Consistorio andritxol con negocios inmobiliarios en los que se asociaban con empresarios que hacían negocios inmobiliarios en el municipio.

La documentación obtenida y contrastada por la Guardia Civil establece que, al menos un constructor, provisionó entre 10 y 15 millones de las antiguas pesetas como presunta comisión para Eugenio Hidalgo por «allanar» las gestiones que habría de llevar a cabo en el Ajuntament de Andratx para edificar en terrenos protegidos del municipio. Otros documentos revelan que se escrituraron edificios cuyas obras apenas se habían iniciado, debido a que los técnicos certificaron su finalización.

Del registro documental e informático al mismo empresario -que también está imputado en ese sumario-, los policías establecieron también que en una promoción inmobiliaria de dudosa reputación legal se produjo un pago de 227.000 euros en efectivo, opaco a la Agencia Tributaria, tratándose de solares «que les habían sido ofrecidos con anterioridad a Hidalgo y Gibert», quienes operaban entonces en el municipio, por sí y con familiares, a través de una sociedad limitada instrumental para la compra de terrenos, de la que adquirían participaciones a un precio y las vendían luego por otro muy superior.