Dos horas después del inicio de la 'sardinada' popular que Esquerra Unida celebró ayer en Es Molinar, Eberhard Grosske, el segundo teniente de alcalde de Palma y responsable de servicios sociales y de la decisión de ubicar en esa barriada un centro para transeúntes, escuchaba plácidamente la actuación de un cuentacuentos y confiaba en que la normalidad, como hasta entonces, marcara la celebración.
EU lleva once años celebrando allí, en el secadero de redes, en es Portixol, una fiesta en la que toma contacto con el vecindario y con la militancia. Durante un buen rato, la organización temió que los críticos con el centro de transeúntes, irrumpieran en la celebración. No había ocurrido cuando habían pasado dos horas.
Marisol Ramírez, la periodista que encabezó la candidatura de EU a las generales presentó la fiesta, que incluyó actuaciones musicales y un vídeo sobre la corrupción del PP, y fue la encargada de lanzar el mensaje político de la jornada. Fue crítica con el PP, dijo que «llevan 20 años robándonos» y afirmó que Jaume Matas debía «devolvernos lo que nos debe» limpiando gratis las casas de todo el vecindario.
Ramírez recordó que había vivido varios años en es Molinar, elogió a la gente y la puso, «pese a todo» como «ejemplo de convivencia» y de integración.
El protagonista de la reunión fue la gente de la calle pero se dejaron ver cargos públicos, además de Grosske, la consellera Santiago, el conseller Rosselló y la directora del IBD, Lila Thomás. Es la primera vez que la fiesta coincide con EU en el gobierno de Cort.
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