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Un grupo selecto de escaladores ha estado esta semana por Mallorca recorriendo la costa con un catamarán con el objetivo de trepar por los mayores acantilados que ofrece el litoral. La modalidad de este tipo de escalada es el psicobloc y se trata de buscar vías de ascenso sin sujeción alguna y con el mar de fondo.

El grupo ha sido elegido por los hermanos Íker y Eneko Pou, dos de los mejores escaladores del planeta que acaban de volver de un viaje por la Patagonia, Antártida y el Himalaya; y que han terminado su proyecto de cuatro años llamado 'Siete paredes, siete continentes', en el que han buscado las escaladas más peligrosas de cada continente y que en muchos casos por su riesgo y verticalidad se acercaba más al alpinismo que no a la propia escalada. «Un viaje titánico», afirma Àlvaro Vitores, responsable de eventos deportivos de Red Bull. Marca que ha patrocinado esta semana de deporte extremo.

Eneko Pou, natural de Vitoria, no duda en afirmar que «Mallorca es el mejor sitio del mundo» para practicar la disciplina del psicobloc. Un deporte en auge y que está sirviendo para que la Isla se dé a conocer en todo el mundo, «sobre todo por internet que es donde más funcionan estas cosas», cuenta Eneko.

El tiempo no ha acompañado especialmente esta semana y han tenido que variar algunos días la ruta planeada ya que las paredes no estaban secas, algo fundamental para esta práctica ya que no llevan sujeción alguna. Septiembre y octubre son los meses ideales para el psicobloc en Mallorca y si juntas «el buen clima, que la Isla es preciosa y que la gente es muy agradable. Hemos tenido una semana de lujo y fantasía», dice Eneko Pou.

El grupo Red Bull que ha estado navegando tras las mayores paredes del litoral mallorquín está formado por 17 personas entre el equipo técnico y los seis escaladores de élite: el británico James Pearson, el alemán Toni Lamprecht, los hermanos Pou naturales de Vitoria y cuyo abuelo nació en Menorca, y los dos mallorquines Miquel Riera y Neus Torrens. Una experiencia deportiva que ha venido acompañada por alguna que otra fiesta nocturna, en Porto Cristo por ejemplo, reuniones de escaladores, amigos, aficionados...» buen rollo en general».

Alex Cabot