Algunos trabajadores se concentraron en familia.

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M.JUNCOSA

La Dirección General de Aviación Civil ha decidido suspender la licencia de vuelo a la compañía aérea Futura al no haber podido ésta acreditar la capacidad financiera suficiente para cumplir con sus compromisos y garantizar la seguridad en sus operaciones, según informó ayer el Ministerio de Fomento.

La Dirección General de Aviación Civil indicó no obstante que esta suspensión podría ser levantada, a petición de la compañía aérea, en caso de que Futura pudiera recuperar esa capacidad financiera y cumpliera especialmente con todos los requisitos en materia de seguridad exigidos por la legislación de la Unión Europea. En concreto, Aviación Civil da a la aerolínea un plazo de tres meses para que le presente un plan financiero viable de empresa. Superado este plazo, la suspensión de la licencia de vuelo será definitiva.

La aerolínea chárter mallorquina afirmó ayer en un comunicado que no ha podido encontrar un inversor que haga viable la continuidad de la empresa en el plazo marcado por la Dirección General, que expiró el sábado de la semana pasada.

Como se recordará, la compañía chárter decidió unilateralmente suspender operaciones el pasado 8 de septiembre debido a su falta de liquidez. Al día siguiente, la aerolínea presentó una solicitud voluntaria de concurso de acreedores ante los juzgados de Palma.

Mientras, un centenar de trabajadores de la compañía aérea se concentraron ayer por la mañana, antes de conocer la decisión de la Dirección General de Aviación Civil, frente a la sede de la empresa en el polígono de Son Castelló para protestar contra la gestión y la falta de información que les está transmitiendo la dirección de la chárter.

El presidente del comité de empresa, Julián Barrero, leyó un comunicado en el que también hizo un llamamiento al empresariado balear y canario para que inviertan en la compañía con el objetivo de hacerla viable.

El presidente del comité de empresa de la aerolínea afirmó desconocer los resultados de la mediación prometida por el Govern balear y anunció que los gestores de la empresa han amenazado mediante correo electrónico a los representantes de los trabajadores con emprender acciones legales si continúan con lo que califican de campaña de desprestigio contra ellos.

Por la tarde, después de conocer la decisión del Gobierno de suspender la licencia a la compañía, Barrero afirmó que el sentir de los trabajadores es de absoluta «intranquilidad».