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J.T.B/J.M.
Casi en el mismo momento que Joana Barceló se estrenaba como portavoz del Ejecutivo y respondía a las preguntas sobre la crisis de UM, Maria Antonia Munar llegaba a la sede del partido y comentaba, muy conciliadora, que «todo ha sido un malentendido sin importancia», al referirse a la crisis desatada esta semana en su partido. El mensaje que traía Munar, que había hablado ese día y el anterior con el president Antich, era que Buils debía continuar como conseller de Turisme. «Por una vez que hay un conseller apoyado por todo el sector, tiene que continuar», añadió.

Arriba le esperaban los principales dirigentes del partido y también Francesc Buils, que había dejado la reunión del Govern sin llevar los decretos de cese que el día anterior aseguró que presentaría. No se aprobó ninguna destitución.

La idea de Munar, fruto de las conversaciones del día anterior, era que el conseller reconociera su equívoco. Como en «los viejos tiempos» todo iba a terminar con una foto 'de reconciliación'.

La reunión fue larga. En realidad hubo más de una reunión y se pidió comida. Estos días han sido muy prolijos en reuniones y conversaciones. Las del día anterior se celebraron en el Consolat de Mar. Allá acudió el propio Nadal, antes de que el president se fuera la cena de la Cámara de Comercio. El president aceptó algo que le había pedido Munar, que esperara un poco antes de decidir y no llevara ningún acuerdo a la Ejecutiva a la espera de que el Consell Polític se pronunciara. Munar se había sentido bastante incómoda con la rueda de prensa en la que Miquel Nadal aseguró que el president Antich había aceptado la destitución y que Munar estaba de acuerdo. «Es una huída hacia adelante, eso no es cierto», se transmitió desde su entorno.

Munar no acudió a la cena de la Cámara de Comercio a la que sí asistió Buils y a la que el president Antich llego tarde. Buils había hablado antes de salir con el president.

«Aquí estoy esperando para ir a la cena de la Cámara, no se si me vendrá a buscar el coche oficial o me mandarán al motorista», bromeó con un periodista.

Buils llegó ayer temprano a la Conselleria y luego se fue al Consolat, a la reunión del Govern. Esa fue la primera pregunta a la que tuvo que contestar la portavoz: si Buil había acudido a la reunión y aún era conseller. Y luego añadió que «sea quien sea conseller la política turística del Govern no cambirá».

El Consell Polític de UM, convocado inicialmente para las siete, se adelantó en dos horas. Cati Julve, dijo a los medios informativos que si Buils rectificaba podría continuar como conseller. Eso fue tras reunirse la Ejecutiva.