Los estudiantes, a bordo del autobús que les llevará al centro escolar.

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Aunque los institutos de educación secundaria empiezan las clases a las ocho de la mañana, más de 8.000 alumnos de toda la Isla empiezan su jornada escolar mucho más temprano. Se trata de los estudiantes que deben desplazarse hasta los centros en autobús porque su pueblo no dispone de ESO y Bachiller. Actualmente hay en la Isla un total de 117 rutas de autobuses escolares que trasladan a los estudiantes de municipios pequeños, sin centros escolares y situados a un mínimo de 3 km de distancia del más cercano.

Éste es el caso de los estudiantes de secundaria de Campanet, que cada mañana se congregan en la plaza del municipio para esperar a los dos autobuses que les llevarán al I.E.S. sa Pobla. Tradicionalmente, el autobús de Campanet cubría también a los escolares de Búger pero el gran aumento de alumnado ha obligado a dotar a la población vecina de otro autobús y ha impedido también que los alumnos de bachillerato hagan uso de éste transporte.

Desde hace dos años, la Conselleria ha puesto vigilancia en los autobuses. Lana y Àngela son las encargadas de vigilar cada día que los pequeños campaneters no hagan de las suyas durante el trayecto hasta sa Pobla. «El autobús de los alumnos de 3º y 4º de ESO es más tranquilo, pero los de 1º y 2º son adrenalina andante», explicaba ayer Àngela, antes de subir al autobús, que llegó puntual a las 7:40 de la mañana.

En sólo 10 minutos, el autobús de Campanet llega al Instituto de sa Pobla. Entre bostezos y caras de sueño, los alumnos bajan cada mañana del autocar para comenzar sus clases. Cuando terminen, a las 14h. del mediodía, los dos autobuses volverán a estar fuera, esperándolos para el traslado hasta Campanet.

C.Alzamora