El president del Govern, Francesc Antich, abrirá esta mañana en el Parlament (formado por 59 escaños, cuatro de los cuales están ocupados por personas imputadas en diferentes casos), el debate anual de política general, conocido también como el debate de la Comunitat con un discurso, «muy pegado a las preocupaciones de la gente» en el que expondrá «propuestas concretas para afrontar la situación de crisis» y que incluirá llamamientos al consenso para pactar cuestiones que precisan de la colaboración de todos.
Al menos así se ha informado a este diario en fuentes del entorno del president que, sin embargo, han añadido que Antich seguía trabajando ayer en la redacción del discurso y que mantenía conversaciones con el resto de socios de su Govern. Estas fuentes, sin embargo, destacaron que desconocían si el discurso incluiría «alguna sorpresa», si bien descartaron «golpes de efecto» a los que tan aficionado era el anterior president, Jaume Matas. Antich no obviará la cuestión de las negociaciones para el cambio de financiación autonómica e incidirá en cuestiones como la política social y la educativa. No obviará la 'situación heredada' y es posible que avance algo de su proyecto de ley sobre el sector público, referido a las empresas públicas.
El discurso, siempre según fuentes gubernamentales, no será «excesivamente complaciente» y es posible que incluso permita al president una cierta dosis reivindicativa ante el Gobierno central.
Aluda o no directamente el president a casos concretos de corrupción, lo cierto es que este asunto va a planear sobre la Cámara balear durante los tres días de debate, sobre todo mañana miércoles que es cuando los partidos dan la réplica al president y tiene lugar el 'cara a cara' entre Francesc Antich y la presidenta y portavoz del PP, Rosa Estaràs.
Dos diputados no podrán acudir mañana al pleno, al menos a la sesión de mañana: Bartomeu Vicens (UM) y Josep Juan Cardona (PP) tienen cita con los juzgados. El primero declara como imputado por el llamado 'caso Son Oms'; el segundo lo hace en el llamado 'caso Scala'.
Además de Vicens, que no intervendrá como portavoz, otras dos personas están imputadas. Las dos del PP: Jaume Font ('caso Plan Territorial') y Catalina Soler ('caso Caballistas').
Fuentes del PP han señalado que este caso no servirá para que Rosa Estaràs no incida «en lo que de verdad interesa a la ciudadanía» y eche en cara al Govern las discrepancias internas (en pocos días dimitieron Margarita Nájera y Francesc Buils), el escaso «peso político de Antich ante el Gobierno central», las contradicciones entre lo prometido en campaña y las primeras actuaciones o su «falta de previsión ante la crisis». Estaràs, según el PP, recordará que desde el Govern se negó la crisis durante meses. Los grupos, de menor a mayor, intervendrán mañana.
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