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ÀLEX CABOT
«Luchamos para que asuntos como éste no vuelvan a suceder», así se expresa el presidente de la plataforma balear para la defensa de los animales (Baldea), Rafael Jaume, sobre el caso del perro Zotán, que pasó a llamarse Fénix y que hoy vive de milagro.

En pleno agosto este mestizo de pitbull era rescatado de una terraza en la que llevaba desde hacía incontables días junto a otro can, que no pudo soportar el abandono que sufrían por parte de sus supuestos dueños y yacía muerto. El sistema de goteo que tenían para beber no funcionaba. La comida se la lanzaban los mismos vecinos, de la calle Fe de Palma, que denunciaron la situación de Fénix.

Baldea solicitó la custodia del animal al juez que lleva el caso y ayer ya lo pudieron recoger. El juicio sigue y habrá que ver si el perro sigue con Baldea o le es devuelto a su anterior dueño, aquél que rebautizó Fénix a Zotán y que al parecer se olvidó de él.

Fénix, como su nombre indica, ha vuelto a nacer y ahora está en mejor vida, y vivo, a la espera de que pueda encontrar un nuevo hogar.
Mientras, Baldea sigue luchando para que «los animales no sean un producto de consumo. La gente debería adoptar a los animales en vez de comprarlos», apunta Rafael Jaume, a la vez que recuerda que «la Administración y las autoridades no deben esperar a que les llamen las asociaciones para actuar, ya que muchos casos de maltrato de animales se ven en las calles o en los caminos».