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Un centenar de inmigrantes acuden cada semana a Cáritas para que la ONG les ayude a buscar trabajo y la mayoría de ellos muestran «preocupación» por la crisis económica que se está viviendo a nivel mundial.

Así lo afirmó ayer Gabriel Pérez, coordinador del Proyecto Codesarrollo y Migraciones que, desde 2004, lleva a cabo Cáritas Diocesanas de las Islas, la Fundació Deixalles y la Fundación Cáritas para la Cooperación Internacional, con el apoyo económico de la Conselleria d´Afers Socials y que hoy y mañana celebra su congreso en el Centre de Cultura de Sa Nostra.

El congreso será un espacio de encuentro y reflexión con todos los agentes implicados en el proyecto que se ha llevado a cabo a lo largo de estos últimos cinco años.

El objetivo central del proyecto, tal y como explicó ayer Margalida M. Riutort, secretaria general de Cáritas Mallorca, es «mejorar las condiciones de vida de la población inmigrada que reside en las Islas y, al mismo tiempo, generar oportunidades económicas y sociales en los países de origen».

En este encuentro participarán Elías Becki de Nardi, coordinador nacional de Pastoral de Movilidad Humana de Bolivia; Alexander Palencia, coordinador del Proyecto Codesarrollo en Apartadó (Colombia) y Cecilia Bassantez, dirigente del Equipo Nacional de Pastoral de Movilidad Humana de Ecuador.

Los representantes de Colombia, Ecuador y Bolivia, coincidieron en afirmar que desde sus países la crisis económica mundial se está viviendo con «preocupación», pero que el hecho de que en las Islas haya crisis «no ha hecho que la gente deje de pensar en migrar», en palabras de Cecilia Bassantez.

Todo lo contrario, tal y como apuntó Elías Bechi de Nardi, «recientemente se ha publicado un estudio en Bolivia en el que se refleja que de cada diez personas seis quieren salir del país».

Gabriel Pérez apuntó por su parte que «las Islas han optado por dejar el cariño en manos de las mujeres inmigrantes que son las que atienden a nuestros mayores» y añadió que, por suerte, «estos sectores no están notando la crisis»; aunque si que se está notando entre los trabajadores de la Fundació Deixalles que ve como la planta de tratamiento de residuos de Son Reus, que ocupa a bastantes inmigrantes, está bajando su actividad.