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V. MALAGÓN/P. CANDIA El administrador de la empresa que reformó los locales del Consorci de Turisme Jove declaró ayer en el Juzgado de Instrucción número 6 que infló la factura de esta obra en 60.000 euros por orden del jefe de mantenimiento del organismo, Juan Francisco Gosálbez: el único imputado del caso que se encuentra en prisión preventiva. El empresario, posteriormente, pagó esta cantidad en tres pagos al jefe de Mantenimiento y Servicios del consorcio.

Marcos Pérez Martínez, administrador de Mallorquina de Construcciones y Obras aseguró que «fue Juan Fran quien le dijo los precios que debían figurar en la factura y los conceptos», según consta en su declaración. Así, en la factura definitiva consta un exceso de 60.000 euros sobre los trabajos realizados finalmente, que correspondió a la comisión que se llevó Gosálbez. El precio final de la obra fue de 180.000 euros.

El empresario, que también está imputado en la causa, realizó este año unas obras en la peluquería de la esposa de Gosálbez en Manacor. Pérez Martínez negó conocer al director general del consorcio, Juan Francisco Gálvez. En esa misma línea se pronunciaron también el resto de imputados que prestaron declaración ayer en ante el juez instructor de la causa, Miguel Jesús Florit. Ninguno de los otros cuatro encausados que comparecieron ayer ante el juez reconocieron el pago de comisiones a los responsables del consorcio de Turisme Jove y todos ellos se ratificaron en las declaraciones que ya habían realizado ante la Policía Nacional.

Así, Juan Pedro Carbonell, el administrador de Promociones es Puixet, reconoció que vendió a Gosálbez unos locales en la calle Vidal Sureda por 638.000 euros. Éstos fueron posteriormente alquilados por el responsable de mantenimiento al propio consorcio. Sin embargo, Carbonell aseguró que no sabía cuando se produjo la venta a qué se iban a dedicar los solares.

El contrato de alquiler a Turisme Jove de los locales que había comprado Gosálbez a través de una empresa están firmados por la propia hermana de Carbonell. Éste reconoció que el nombre de su hermana aparecía en el contrato, aunque aseguró que la firma que aparece en el pie del documento no era la de su familiar. Carbonell había trabajado como empleado interino en 1998 en la Conselleria de Presidencia del Govern.

También compareció ante el juez el padre de Carbonell, Bernardo. Éste fue quien alquiló un local en Via Alemania al consorcio por diez años y con un alquiler de 1.5.500 euros mensuales. El contrato se firmó sin ningún tipo de concurso público previo. Bernardo Carbonell negó haber pagado ninguna comisión a nadie y afirmó que no conoce ni a Gosálbez ni a Gálvez.