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ÀLEX CABOT «Vivir en sociedad es un pacto y la libertad de uno acaba donde empieza la del otro». De esta forma comenzaba la explicación de bienvenida que daba la magistrada de la Secció Tercera de l'Audiència Catalina Moragues, toga incluida, a los alumnos de segundo de Bachillerato de Letras del col·legi Sant Francesc, a quienes destacó la importancia de este año 2008, «en el que los Derechos Humanos cumplen 60 años, y la Constitución 30».

A lo largo del día de ayer, grupos de estudiantes de Secundaria y estudios superiores estuvieron en la Audiencia para conocer más de cerca el mundo de la Justicia, «que es parte de nuestra vida, no sólo son penas de cárcel. Desde el mismo día en que nacemos y se nos inscribe en el Registro Civil, la Justicia ya está presente en nuestras vidas», recordó en su explicación la juez Moragues.

Los visitantes de esta jornada de puertas abiertas pudieron disfrutar de una pequeña exposición ilustrativa acerca del papel que ocupa la Justicia en la vida de cualquier ciudadano español, y de una charla de la responsable de prensa del TSJIB, María Ferrer, sobre la historia del edificio, «que se remonta al siglo XIII».

Después de que la juez abriera un poco los ojos a los visitantes sobre la importancia de la Justicia en la vida de cada uno, éstos pasaron a la sala 3 de la Audiencia para asistir a un juicio ficticio en el que participaban algunos de sus compañeros y que presidía la misma juez.

Ya sobre el estrado, Catalina Moragues llama a la fiscal, cuyo papel fue para Eva Vives; al abogado defensor, que era Ignacio Flores; y al supuesto acusado, Joan Matas.

El juicio fue seguido con atención por compañeros y profesores y fue desarrollado del mismo modo que uno real. Finalmente el acusado se declaró culpable.

Ignacio Flores 'el abogado' aseguró después de la visita que había aprendido «el funcionamiento de un juicio y cómo es la imparcialidad en la que tiene que trabajar la juez». Su compañero de clase Toni Solivellas aseguraba que «más o menos conocía» lo que se les había explicado. «Lo que más me ha interesado ha sido el funcionamiento del Habeas Corpus», aseguraba.

La tutora de los estudiantes es María Lucía y recordaba que fue el mismo TSJIB que se puso en contacto con el centro y, como en su clase cerca de un 30% de los chicos y chicas quiere estudiar Derecho, «ha sido una buena idea, interesante y muy pedagógica».