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JUAN M. GIMÉNEZ Satisfacción es la palabra que mejor define el estado de ánimo de los pasajeros y de los guardias de seguridad del aeropuerto con la instalación de los nuevos arcos para zapatos, y que desde el pasado jueves ya funcionan en Son Sant Joan. Aunque no elimina del todo la posibilidad de que determinado tipo de calzado, sobre todo botas, hagan saltar la alarma, lo cierto es que facilita mucho el trabajo.

«Para nosotros será una ayuda importante, ya que agilizará el trabajo -nos dice uno de los miembros de seguridad- y evitará que se formen esas colas tan molestas que ponen nerviosos a los pasajeros y a nosotros por el efecto simpatía». Y si la valoración del equipo de seguridad era buena, mucho mejor les parece a los pasajeros, aunque a la mayoría de los que ayer cogieron el avión les pilló por sorpresa la entrada en funcionamiento de la nueva máquina. «Un acierto -comenta una pasajera- y un gran alivio sobre todo en invierno, ya que consigues dos cosas importantes, la primera: No tener que descalzarse; y la segunda: No tener que pisar el suelo con lo frío que está en esta época del año».

«Un alivio para el pasajero, las autoridades no saben lo molesto que resulta tener que quitarte todo lo que llevas encima y además, como colofón, los zapatos, por lo menos ahora las colas para pasar el control de seguridad pueden reducirse, ya que he podido ver que es muy ágil», afirma un pasajero que asegura usar mucho el avión y que en ocasiones ha tenido que descalzarse sin saber por qué unas veces los zapatos hacen saltar la alarma y otras no».

«Lo que es necesario es que en el menor tiempo posible todos los aeropuertos de España tengan instalado este tipo de sistema. Creo que los pasajeros saldremos muy beneficiados y no tendremos esa ansiedad que se produce, a veces, cuando tienes que pasar el control de seguridad», nos decía un empresario que utiliza mucho el avión y que asegura ha visto situaciones de lo más cómicas.

«Todo lo que sea un beneficio para el pasajero me parece perfecto. En el sector aéreo al pasajero se le 'maltrata' en ocasiones, son muchos los controles que hay que pasar, mucho el tiempo de espera para poder volar y casi todo inconvenientes, es bueno que este tipo de iniciativas estén encaminadas a mejorar en la medida de lo posible la atención al pasajero», apuntaba un viajero de camino a Barcelona.

«Y si después de esto pusieran en marcha el escáner integral, el avance sería ya total. Fuera colas inútiles y sólo tendrían que detener al que realmente tuviera algo que ocultar. El resto de pasajeros podrían pasar libremente sin tener que hacer esas colas que en ocasiones son realmente penosas dando vueltas en zigzag sin avanzar apenas unos pasos, soportando el ruido de los demás, y colas que llegan a poner nervioso al más tranquilo», afirmó otro viajero.