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LAURA MOYÀ El presidente de UM, Miquel Nadal, reconoció ayer, durante la tradicional cena de Navidad, que el último año «no ha sido fácil» para la formación nacionalista. En Son Amar, y ante militantes, regidores, alcaldes y miembros del Consell Polític y de la Ejecutiva, Nadal recordó los momentos surgidos de «las dificultades que siempre se derivan de un cambio de dirección». Un cambio que «necesita tiempo para ser asimilado» y en el que «la persecución de los que nos quieren ver muertos no ha cesado».

Los problemas internos ocuparon parte del discurso del presidente de UM. «No hay que olvidar que ha sido un año complicado para algunos de los nuestros. Hay que reconcocer los sacrificios que algunos han hecho por el partido», aseguró en alusión al ex conseller de Turisme, Francesc Buils, que no acudió a la cena. Tampoco fueron Maria Antònia Munar y Bartomeu Vicens, ya que se encontraban de viaje.

El presidente de UM criticó durante su discurso al resto de fuerzas políticas de la Isla. Así, del PP afirmó que «cada vez está más radicalizado y dividido en luchas internas» y del PSOE, que es «sucursalista y claudica ante Madrid». Por último, Nadal fue especialmente crítico con el Bloc. «Sólo tiene propuestas extremistas, va a la baja, siempre dice que no y sólo es el complemento del PSOE», dijo.

Para Nadal, se está «desperdiciando el periodo más largo de teórica sintonía entre el Gobierno y el Govern». «Tras mil excusas, ahora tenemos otra: la crisis. La cuestión es que nadie ha puesto hilo a la aguja para que Balears deje de ser la comunidad más castigada», aseguró.

Los inmigrantes, a quienes se dirigió en castellano, también ocuparon parte del discurso de Nadal, al igual que los «amigos» de Menorca, Eivissa y Formentera, a quienes Nadal quiso enviar «un saludo especial».

Nadal cerró su intervención avisando de que «las dificultades no han acabado». «Aún tendremos que sufrir las agresiones de los que no pueden consentir que un partido de centro, liberal y nacionalista esté presente en las principales instituciones de este país».

Antes del discurso de Nadal, Miquel Ferrer, secretario general de UM, aseguró que «no hay que hacer caso a quien predica el apocalipsis de este partido, a todos les gustaría ocupar nuestro espacio político».