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El conseller d'Economia i Hisenda, Carles Manera, ha destacado que cuando ya se ha entrado en el último mes del año el Govern ha ejecutado ya el 85'2 por ciento de los presupuestos del ejercicio, de los que 623'7 millones de euros corresponden al apartado de inversiones, un 31 por ciento más que en el 2007. No puede pasar desapercibido el dato de que la comparecencia se ha producido cuando en el Parlament se está a las puertas ya del debate de presupuestos de la Comunitat Autònoma para el 2009, el punto de inflexión de la legislatura.

Manera ha puesto especial énfasis a la hora de destacar que las partidas destinadas a financiar obra pública habían crecido un 22 por ciento, un punto que adquiere especial relevancia si se tiene en cuenta el escenario tan adverso en el que se encuentra inmersa la economía balear. En todo caso, la ejecución presupuestaria presentada por el titular d'Economia i Hisenda revela, cuando menos, el esfuerzo del Govern por paliar, en la medida de sus posibilidades, los efectos más perjudiciales de la crisis, la cual se ha cebado con especial violencia sobre las empresas del sector inmobiliario y de la construcción.

La inyección de liquidez que significan las inversiones públicas se está demostrando como una de las escasas acciones que los gobiernos pueden realizar en el actual marco de la Unión Europea, junto con la reducción de la presión fiscal, para combatir la recesión. Es en estos estrechos márgenes donde se debe mover la política económica del president Antich y del equipo que encabeza Manera, los cuales deben capear uno de los temporales más complejos y difíciles de la reciente historia económica, ya que, sin razones aparentes, no hay reacciones positivas a las sucesivas medidas destinadas a su recuperación.