Son pisos en los que pueden llegar a vivir decenas de personas hacinadas. La mayoría de las familias que viven en estas condiciones son de Senegal, Mali o Nigeria. Entre las causas que explican este «boom» está la crisis asociada al incremento del paro en la construcción, según coinciden en señalar desde estas asociaciones.
En Palma, el 26 por ciento de los 2.115 extracomunitarios desocupados trabajaban en este sector, lo que supone 550 inmigrantes. Estos datos, aportados por el Observatori de la Igualdat de Palma, no contemplan a los inmigrantes que trabajaban sin estar asegurados.
Si bien los «pisos patera» no son un fenómeno reciente, sí que lo es el hecho de que la situación empieza a ser más preocupante: «Si antes no podían pagar alquileres de 800 euros cuando ellos cobraban 600 y tenían que enviar una parte a su país, ahora sin trabajo la situación se complica», asegura Joseph Adabola, el presidente de la asociación de nigerianos. «Cada día nos llegan más inmigrantes a denunciar su situación. Estos pisos son un peligro por los brotes de conflictividad e insalubridad. Hemos visto cómo en un año el problema se ha acentuado», añade.
Ali Seydina, de la asociación de Mali, constata que ya no hay ningún barrio de la ciudad que no tenga alguno de estos pisos».
Las denuncias vienen avaladas por un informe realizado por el Observatori de la Igualtat sobre «Unidades de convivencia en Palma», con el objetivo de facilitar información de utilidad para planificar de forma adecuada las políticas sociales.
El informe presentado este mes también incluye un análisis de las condiciones de vida de las Unidades de Convivencia (hogares). Si se toma como base de comparación el año 2007, las tasas de crecimiento de la población y el número de hogares han sido diferentes: La población ha crecido el 2'3 por ciento mientras que el número de hogares ha crecido el 2'1 por ciento.
Con esta subida, el total de hogares en Palma es de 161.782, pero si la media de personas por hogar es de 2'6 personas, cuando se trata de unidades de convivencia integradas por inmigrantes el promedio se dispara un punto y medio. «Este análisis no incluye las unidades de convivencia de los «pisos patera», que disparan la ratio media a más del doble», señala Adabola. Las unidades de convivencia integradas por 5 o más miembros son más frecuentes en los hogares de inmigrantes (28'1%).
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