Las entidades financieras que operan en las Islas, especialmente los bancos, están inmersos en pleno proceso de reestructuración de oficinas, con la finalidad de reducir costes operativos, tanto en el alquiler de inmuebles como en personal.
En los últimos meses se ha producido una reducción progresiva del número de oficinas bancarias de atención al público, de acuerdo con una estrategia de reagrupamiento, que en algunos casos está generando problemas de atención al público, al quedar saturados los servicios.
En el acumulado enero-septiembre de 2008, según datos del Banco de España, en las Islas había 1.263 oficinas bancarias, de las cuales 568 correspondían a bancos, 658 a cajas de ahorros y 30 a cooperativas de crédito. Esta cifra ha ido a la baja en lo que respecta a bancos, manteniéndose, sin embargo, la de cajas de ahorros.
Las mismas fuentes indican que la estrategia que están adoptando algunas entidades financieras, «está motivada por la actual coyuntura, en la que se impone una estrategia de optimización de costes, más aún cuando muchas entidades han paralizado sus proyectos de expansión en cuanto a crecimiento de oficinas».
En las reducciones de personal, las entidades están echando mano de las bajas incentivadas, que afectan tanto a personal de oficinas como a directivos. Se da la circunstancia de que dichos cambios se han producido en breves días, generándose en algunas oficinas bancarias despistes en los clientes habituales de las mismas.
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