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Ataviados con trajes de la época y dirigiendo un carruaje tradicional mallorquín, con la tecnología más avanzada, a ritmo de cascabeles, Manuel y Sion se han convertido en los cocheros más solicitados por turistas o residentes que quieren disfrutar del encanto de un paseo en calesa tirada por caballos.

Estas calesas, que se construyeron en Alemania, exhiben auténtica tecnología punta: dirección antivuelcos, frenos de disco, mayor espacio entre los pasajeros, señal luminosa de frenado y otros extras, a los que ahora hay que añadir la elegancia del chófer. Manuel Vargas y Sion Riera no pasan desapercibidos, visten de uniforme con traje de cochero español, y por su elegancia las guiris más atrevidas hacen cola para hacerse una foto con ellas o que les den un paseo a cuerpo de rey. Pero el éxito y la buena aceptación ha llevado a que muchas parejas soliciten el servicio para bodas, llevando a la novia hasta la iglesia y posteriormente a los novios al banquete.

Elisabeth y Johan, quienes acaban de darse un paseo por el centro histórico de Palma, aseguran que han disfrutado de las explicaciones y la atención de Manuel, quien desde hace 22 años es cochero de calesa. Entre sus clientas se encuentra la reina doña Sofía. Hace poco más de año y medio, Manuel y Sion ya marcaron la diferencia entre los compañeros de profesión por tener los calesas más modernas del momento y ser réplicas de antiguos carruajes mallorquines. En Esta ocasión, aunque muchos crean que lucen uniformes cordobeses o andaluces, lo cierto es que son de cochero español, ya que no existe un uniforme de cochero de ninguna comunidad. Y si tenemos que trasladarlo a Mallorca, tendría que ser de payés, pero eso no existe según aseguran ambos.

Los trajes han sido realizados por la prestigiosa firma Antonio García de Sevilla y tienen un coste que se acerca a los 1.000 euros cada uno. Lo cierto es que no falta detalle pues el traje comprende pantalón, camisa, chaleco, chaqueta y hasta sombrero. Los botones son tallados, y algunos llevan incrustadas piedras preciosas. Los flecos del pantalón y chaqueta lucen caireles. Pero aunque los trajes parezcan calurosos para esta época del año, también se ha pensado en ello y se han realizado con tejidos frescos y transpirables.

Por otro lado, muchos clientes pueden pensar que el precio pueda ser algo mayor por el majestuoso carruaje o la extrema elegancia de los cocheros, así como la atención y estudiadas explicaciones, pero la realidad es que no por dar todo ese servicio de calidad es más caro. El precio oscila entre los 30 y los 50 euros, media hora o una hora, respectivamente.

Julián Aguirre

(texto y foto)