Todo comenzó con una imagen de Alba en el cementerio, antes de partir hacia Menorca junto a su hija Claudia. Ambas se dirigían a las bodegas de Son Gregal, las cuales regentan la familia Pons.
Cuando Alba se presenta en las bodegas dice ser la hermana melliza de Laura y trae pruebas que sustentan que fueron separadas de pequeñas.
Así arrancó la trama de Llàgrima de sang el pasado 15 de septiembre. Mucho ha pasado desde entonces, en la ficción y en la realidad. La serie ha tenido un gran éxito y congrega en cada uno de sus episodios a una audiencia media del 9'2%.
En la ficción, se ha descubierto que Alba no es quien decía ser y que la verdadera melliza era una amiga suya que falleció, pero que le había contado la historia. Alba vio una forma de cambiar de vida y de encontrar un futuro para su hija, Claudia.
La pequeña de la serie ha sido el centro de atención de gran parte de los adultos, quienes, a su vez, han resultado esconder más de un secreto.
L'amo en Biel era viudo, pero resulta que su corazón pertenecía a otra mujer, que le robó Simó, mientras el hombre cumplía condena en prisión también por culpa de Simó.
Hemos visto muchas relaciones de pasión y amor que se han unido tan rápido como se han roto, pero hay amores que parece que perdurarán más allá de las rupturas temporales.
En el penúltimo capítulo hemos visto cómo Pau y Joana han retomado su relación y Rafel ha encontrado una trampilla oculta en las bodegas que pueden arrojar mucha luz en los misterios que hoy día rodean la casa de los Pons.
Este domingo por la noche, llega el último episodio de la temporada y el público va a descubrir la solución a algunos de estos misterios. Pero que nadie se espere un final cerrado y definitivo. Habrá más en la próxima temporada y aparecerán nuevas sorpresas.
A.Cabot
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