Las vacaciones escolares ya están aquí y, un año más, surgen algunas preguntas sobre si se debe imponer a los niños algún tipo de horario de estudio o de refuerzo de lo aprendido o es mejor dejar que se olviden de los deberes y se dediquen sólo a divertirse durante los más de dos meses que quedan para que empiecen un nuevo curso, el próximo 11 de septiembre.
Los expertos lo tienen claro, los días son largos y hay tiempo suficiente para jugar, divertirse y, por qué no, para estudiar o realizar alguna actividad que ayude a no olvidar lo aprendido durante el año.
Muchos coinciden en que, con independencia del rendimiento logrado durante el curso -aunque si ha sido malo aún es más relevante-, dedicar cada día un rato a la lectura es lo mejor que pueden hacer los niños de Primaria.
Leer es, incluso, más importante que repasar o hacer cuadernos de ejercicios, porque la lectura es la base del estudio. Cuentos, libros, incluso cómics, lo importante es leer un rato cada día, media hora o una página para los más pequeños, pero de forma constante, porque así nos aseguramos de que no pierdan el hábito de la lectura y que, a la vez, se lo pasen bien.
Eso sí, si el menor no muestra ningún interés por leer, se recomienda averiguar por qué. Puede existir un problema de vista que provoque que al menor le resulte incómodo leer o de método, con lo que el niño o la niña no entiende lo que lee y, por tanto, se aburre.
Si el menor ha acabado mal el curso, aunque en Primaria no hay exámenes de septiembre, es conveniente que dedique algo de tiempo a trabajar o repasar conceptos, por ejemplo, hacer cuentas o practicar la escritura. En estos casos, lo mejor es trabajar media hora cada día. Las sesiones cortas ayudan a que los escolares no se aburran ni se cansen demasiado y acaben rechazando la tarea.
Los consejos para los alumnos de Secundaria no son muy distintos, aunque, claro está, la exigencia es mayor.
La lectura sigue siendo la actividad más recomendada. Pero si el chico o la chica ha suspendido y tiene que presentarse a los exámenes de recuperación de septiembre, los profesionales son rotundos: tiene que estudiar; pero consideran que es importante que sea consciente de por qué ha suspendido y comprenda que debe esforzarse, porque obligar a estudiar sin más suele dar peores resultados.
Desconectar
El estudio, en el caso de los más mayorcitos, tampoco es incompatible con descansar y pasarlo bien. Porque nunca es recomendable que niños o adolescentes no puedan desconectar en buena medida durante las vacaciones del ritmo y el estrés del curso. Por eso, como en el caso de los más pequeños, lo mejor es dedicar un rato cada día y olvidarse el resto de la jornada, con lo que el trabajo se hace con más ganas.
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