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Los usuarios del tren y metro se vieron ayer sorprendidos con la primera de una serie de jornadas de huelga que han convocado los trabajadores de SFM. En concreto, el paro tuvo lugar entre 10 y las 12 de la mañana, horas 'no punta', y afectó a unas 2.000 personas aproximadamente, según fuentes de la Conselleria de Mobilitat. En esta franja de tiempo, se suspendieron cinco trayectos de salida de Palma hacía la Part Forana y otros cinco de regreso a Ciutat. Los servicios mínimos, que se redujeron a dos de ida y dos de vuelta, funcionaron con retrasos sin consideración salvo uno de Manacor que acumuló una demora de 40 minutos. En el metro, un trayecto de los tres de servicios mínimos falló porque el conductor de turno llegó tarde para cubrir el viaje precisamente por la huelga.

Los trabajadores -cuyo seguimiento fue «masivo» según el comité y del 20% según SFM- se concentraron en la estación intermodal de Palma, donde tiraron enchufes al suelo contra el «amiguismo» en SFM. «Más electrificar y menos enchufar», rezaban los carteles que portaban los operarios. Criticaron duramente las subcontrataciones que se están llevando a cabo de personal no cualificado. Exigieron rediseñar la plantilla, quitar cargos duplicados y contratar 15 mecánicos de talleres, así como mejorar la seguridad de los trenes y no destinar los recursos públicos que llegarán de Madrid para crear una sociedad anónima que gestione el tranvía.