Desde hoy el Parque Macional marítimo-terrestre de Cabrera pasa a ser gestionado por el Govern, por medio de la Conselleria de Medi Ambient, culminándose así el proceso iniciado hace casi dos décadas con la declaración de la figura de la máxima protección para este subarchipiélago balear cuyo inmejorable grado de conservación se debe, con toda seguridad, a la larga presencia del Ejército español, que ha salvaguardado de la especulación inmobiliaria aquellos islotes durante décadas. De hecho, y para evitar su reversión, el Ministerio de Defensa sigue manteniendo la titularidad de los territorios que integran el parque.
La asunción de la gestión del Parque Nacional de Cabrera por parte de la Conselleria de Medi Ambient aproxima, sin duda, el entorno a los ciudados de Balears aunque no están previstos cambios sustanciales en el modelo aplicado hasta ahora, entre otras razones porque se considera óptimo en sus planteamientos y resultados. En todo caso, la potenciación del Centro de Interpretación, ubicado en la Colònia de Sant Jordi, es una de las piezas más novedosas que se incorporan como elemento del parque de Cabrera y del que se quiere aprovechar su capacidad de divulgación de los valores medioambientales del archipiélago sin necesidad de incrementar el número de visitantes a las islas.
Aunque pueda resultar un tópico, este 1 de julio es una jornada en la que Cabrera se hace más balear. Al asumir la Comunitat Autònoma la gestión del parque, Balears pone a prueba su capacidad para ejecutar los planes de la máxima protección en una de las joyas medioambientales de todo el Mediterráneo occidental; el reto es demasiado importante y trascendental para poder fracasar.
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