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La dirección de Son Dureta desmintió ayer, a través de un comunicado hecho público por la Conselleria de Salut i Consum, que el cierre de la Unidad de Reanimación haya colapsado la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital, tal y como denunció días pasados el Sindicato Médico (Simebal).

«Los hospitales, aprovechan habitualmente los periodos de menor demanda y actividad para cerrar puntualmente unidades o dispositivos asistenciales», afirman desde Son Dureta y puntualizan que estos cierres se hacen para «efectuar operaciones de mantenimiento y mejora, así como para adecuar los recursos a las necesidades de cada momento, siempre asegurando no causar perturbación en la atención de los pacientes».

Según el mismo comunicado, durante todo el año se realizan en Son Dureta un promedio de 3 a 5 intervenciones quirúrgicas programadas de alta complejidad -las que necesitan el dispositivo de reanimación-, mientras que en el mes de agosto se realizan como máximo una intervención de este tipo al día.

Son Dureta realiza procedimientos especializados a pacientes de otros centros, caso de la hemodinámica, los cuales, en la mayoría de los casos son devueltos a su hospital de procedencia una vez realizado el proceso y estabilizado el paciente.

Siempre según la dirección del hospital el cierre de la Unidad de Reanimación no ha colapsado la UCI puesto que ésta siempre ha dispuesto de una media de entre 2 y 3 camas libres.

Si que reconoce la dirección de Son Dureta que, en algún caso puntual, se ha podido considerar retrasar «no más de 48 horas una intervención programada» para asegurar el máximo de los dispositivos posibles.

La dirección de Son Dureta sostiene que, por los datos de derivación de los que dispone hasta el momento, no se ha producido un incremento de traslados a otras UCIs o centros de las Islas y que sólo durante dos días la UCI estuvo al cien por cien.